Como puede verse en la figura, las masas pueden moverse libremente en los pernos con un movimiento oscilatorio que se debe precisamente a la forma de los asientos que se obtienen en los propios pesos.
¿Cuándo y por qué se mueven estos pesos?
En la mayor parte de los casos, la mera presencia de un volante bimasa permite obtener condiciones de funcionamiento adecuadas a las exigencias de los diseñadores. Cuando el DMF clásico ya no es suficiente, introducir la tecnología de péndulo centrífugo mejora aún más las prestaciones del volante.
Ante cualquier solicitud por parte del conductor del vehículo con el pedal del acelerador, se generan perturbaciones en las que, antes de aumentar los giros, se producirán resistencias que habrá que superar a causa de las masas rotativas del motor y el cambio. Esta situación crea inevitablemente irregularidades y vibraciones. Gracias al movimiento, precisamente pendular, en sentido contrario a estas masas suspendidas en pernos, gran parte de la energía producida por las irregularidades de funcionamiento de la cadena cinemática se disipa y, por lo tanto, se atenúan mucho las vibraciones generadas.
Cuando el impulso se produce en sentido de las agujas del reloj, las masas centrífugas se moverán en sentido contrario a las agujas del reloj, y viceversa. Durante la rotación del volante, por lo tanto, existirá la posibilidad de tener grados de libertad adicionales al ya obtenido con un volante bimasa tradicional, masa primaria y masa secundaria.